Somos conscientes de que una competición suele implicar que los participantes estén motivados para ganar. Esto se aplica a los miembros del equipo, entrenadores, padres e incluso a los países. Creemos que no hay nada de malo en ello, siempre que los principios rectores de la competición se mantengan intactos.
Esperamos que todos los equipos y entrenadores que participen en la competición respeten el Código de Ética de WRO®.
Los principios rectores de WRO® son:
Se anima a los equipos a aprender y dominar nuevas habilidades mientras se divierten juntos.
Los entrenadores, mentores y padres están allí para guiar a los equipos, no para hacer el trabajo por ellos.
Participar y aprender es más importante que ganar.
“Lo que cuenta no es si ganas o pierdes, sino cuánto aprendes”.
Participamos en una competición.
Nos gusta ganar.
Queremos aprender.
Y también queremos divertirnos.
Queremos jugar limpio.
Diseñamos nuestro propio robot y escribimos nuestro propio software.
No es justo que alguien más lo haga por nosotros.
Solo podemos aprender si probamos cosas nosotros mismos.
Nuestro entrenador puede enseñarnos cosas y guiarnos.
Y también podemos inspirarnos en otros.
Pero nuestro entrenador no debería hacer el trabajo por nosotros.
Y no copiamos simplemente un robot o un software de otra persona.
Usamos los ejemplos que encontramos para diseñar nuestro propio robot y programación.
A veces fallamos y eso está bien.
Las ideas originales surgen de los fracasos.